Síndrome del niño estresado

¡Rinnnngggg!... ¡vamos... que ya son las siete!, desayuna, lávate los dientes, revisa la mochila ¡venga!, que tenemos que ir al cole, recuerda que hoy es lunes y tienes que coger también la mochila de música ¡ah!, ¡y la de natación!... después tenemos que ir a recoger tú equipamiento de fútbol, que mañana tienes semifinales.... ¡vaaaamos!, ¿aún no has desayunado?... vamos, vamos!...
¿A que es estresante?... pues imagina lo que debe ser para un niño, tener que soportar esto todas las mañanas, en muchos casos, supongo que no será tan exagerado, pero seguro que si preguntamos, más de uno se verá reflejado. Por su puesto que los padres lo hacemos con la mejor de las intenciones, pensando siempre en el beneficio de los niños, pero con lo que a veces no contamos, es que prolongándoles las jornadas fuera del horario escolar sobrecargamos a nuestros hijos ; deporte,informática, idiomas pintura, música... ¿Es necesario y beneficioso para los niños realizar tantas actividades extras?
Psicólogos y docentes coinciden en dosificarlas, para así evitar que aparezcan en el niño, problemas relacionados con el estrés, debido a la presión y a la responsabilidad que supone para ellos. Dolor de cabeza, enuresis, pesadillas, insomnio, perdida de apetito,irritabilidad, son síntomas con los que nos podemos encontrar, sin saber, en muchas ocasiones su origen. 
Por eso, a continuación, os dejo unas claves (escritas por profesionales), para ayudar a nuestros peques a abordar con más alegría el nuevo curso ... Que ya tendrán tiempo de saber lo que vale un peine... ;)
Claves para ayudar a un niño estresado
Mantener rutinas y horarios. No hay que ser excesivamente exigentes con él, se le debe dar un margen para que juegue, para estar con los amigos, para descansar.
Intentar favorecer en los momentos que podamos, la relajación. Procurar que todos los días tenga un rato de relajación, enseñarle a respirar por la nariz y exhalar por la boca, despacio, con una música tranquila. Los dos, el padre o madre, con él a la vez, y que se vaya concentrando en la respiración y en las sensaciones que provoca el aire al entrar y al salir. 
Preguntarles y darles pie siempre a que expresen sus temores, sentimientos y preocupaciones. Tener tiempo a diario para poder hablar con él de todos estos temas que inundan su cabeza.
Es conveniente hacerle responsable de todas sus tareas y cosas, que sepa que debe asumirlo, pero añadiéndole siempre vuestro apoyo. Que sepa en todo momento que estáis ahí para cuando él lo necesite.

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